Hoy 15 de febrero recordamos un año más de la muerte de María Elena Moyano, tremenda malcriada, líder popular y mujer corajuda y valiente que no se quedó callada ante la espiral de violencia que vivió nuestro país y luchó por un Perú con paz, pero también con justicia social. ¡Gracias Malena, por ser una de las malcriadas que nos enseña a alzar la voz y nunca rendirnos!

Una extraordinaria dirigente popular de Villa El Salvador y militante de izquierda, se opuso abiertamente al método del terror de Sendero Luminoso. Un 15 de febrero de 1992, este grupo subversivo atentó contra su vida; no contentos con ello, luego dinamitaron su cuerpo.

Pero no pudieron matar su ejemplo de lucha, organización popular, vocación por la paz y por la justicia social:

"la revolución es afirmación a la vida, a la dignidad individual y colectiva; es ética nueva. La revolución no es muerte ni imposición ni sometimiento ni fanatismo. La revolución es vida nueva, es convencer y luchar por una sociedad justa, digna, solidaria al lado de las organizaciones creadas por nuestro pueblo, respetando su democracia interna y gestando los nuevos gérmenes de poder del nuevo Perú"